Últimamente es muy común hablar de ¨salud mental¨. Se ha vuelto un tema de interés para algunos, cada vez más relevante para otros, sin embargo todavía sigue siendo un tabú para muchos otros.
“ El camino para evitar enfermarnos por nuestros pensamientos es sentir, nombrar e identificar lo que pasa por dentro de nosotros. .”
Cuando aparece algún dolor físico o se observa que algo no está funcionando en el cuerpo muy bien, la primera reacción es ir al médico esperando una respuesta inmediata , para que este recete algún medicamento que controle los síntomas que existen y así poder continuar con la vida ¨normal¨. Nadie quiere estar mal de salud o padecer una enfermedad; para evitar problemas de salud se conocen algunos cuidados con la alimentación, con el ejercicio, con el sueño y tratamos de hacer una serie de cosas para evitar perjudicar esta salud. Pero ¿qué pasa cuando el malestar no es físico sino emocional?
Ignorar lo que sentimos no lo cura.
En mi consultorio de psicología me he encontrado con personas que llegan a terapia que no son capaces de identificar cuándo están tristes, cuando tienen rabia, cuando están felices o cuando están nerviosos, cuando esto pasa ninguna medicación ni ninguna terapia va a ser suficiente, lo primero es reconocer lo que está pasando. No nos han enseñado la importancia de las emociones, por lo tanto no sabemos reconocerlas y menos tolerarlas. Nos han enseñado que sentir, está mal, que sería mejor ir por la vida respondiendo a las obligaciones en piloto automático como un robot. Hacer caso omiso a nuestras emociones , creer que de alguna manera las estamos ignorando, es un error y de alguna manera el cuerpo y la mente se irán manifestando hasta hacerse notar.
He tenido casos de pacientes que tienen síntomas como gastritis, dolores de espalda, dolores de cabeza, con los que se han acostumbrado a vivir ,a los cuales le han buscado explicación médica, y no la han encontrado o tal vez lo que les han dado ha sido un diagnostico equivocado. Lo anterior tiene una sola justificación y es que el cuerpo está manifestando algo que ha sido ignorado emocionalmente. La salud mental está directamente relacionada con la salud física, cuando no somos capaces de gestionar nuestras emociones, es el cuerpo el que se encarga de avisarnos o de expresarlo y lo hace por medio de síntomas físicos. Aquí es donde aparece el término ¨somatizar¨ que quiere decir convertir los malestares emocionales en síntomas físicos (orgánicos y funcionales).
La Organización Mundial de la Salud define la salud mental como : «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades relacionándola con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos.
A la mente hay que cuidarla, hacerle mantenimiento y ayudarla con lo que necesite (todos necesitamos diferentes cosas). El camino para evitar enfermarnos por nuestros pensamientos es sentir, nombrar e identificar lo que pasa por dentro de nosotros.